30 abr 2011

!El rey ha muerto! !Viva el Rey!

Es de no creer, diría una vieja de mi barrio que quizás hoy ya no esté; pero hoy descubrí que todavía hay reyes. No esos de Holliwood pomposos, extravagantes, que bailan y viven en el ocio total; sino unos aún mas pomposos, más extravagantes, que bailan y viven en la joda total y absoluta.

Toda una vida peleando contra la burguesía, para descubrir a mis tantos años que aún hoy en el capitalismo del siglo 21 (o en el socialismo del siglo 21 si ustedes así ve una parte del mundo) hay reyes. La prensa estos últimos días, nos empachó de imágenes de la boda real y todo el aburrido folklore que rodea a la corona inglesa. Los millonarios gastos, la vestimenta, las condecoraciones y todos esos detalles que parecen tan anacrónicos, tan lejos de nuestro tiempo, aumentaban aún más mi confusión. Por suerte, Mr. Bean fue invitado a la boda (según dicen es un estrella en el país pirata), lo que me trajo de vuelta a la realidad: ¡Hay reyes!

El erudito público que sigue nuestro blog, sabe, que a la monarquía, se la cargaron las revoluciones burguesas. Tras una serie de insurrecciones y guillotinas, la burguesía fue derribando el poder político de los reyes, que impedían entre otras cosas, el desarrollo de los anhelos de libertad. De los anhelos de libertad de comercio; de los que venían acumulando capital y ganas de invertirlo. Resultaba una traba la monarquía, a la tan necesaria liberación del intercambio, de la producción y de la propiedad de la tierra.

Y así comenzaba ese alguna vez pujante capitalismo, con nuevas formas de gobierno sin reyes. Empujando a la sociedad hacia adelante, a fuerza de nuevas relaciones sociales, nuevas formas de producción y avances de la técnica nunca vistos.

Sin embargo, han pasado cientos de años, y varios reyes han sobrevivido. Parece que la burguesía no fue hasta el final en su regicidio. Hoy pululan por Europa estos simpáticos e inofensivos personajes coronados, viviendo alejados de cualquier área productiva de la sociedad. Hace muchos siglos que dejaron el poder real; hoy dedicándose a la caza de faisanes, a participar de eventos deportivos, a vivar alguna guerra por ahí o a casarse entre ellos. Ya no quedan esos grandes reyes sanguinarios, que aplastaban rebeliones campesinas o que se embarcaban en lejanas aventuras contra los árabes. Los que hoy sobreviven, que no son pocos según la wikipedia, parecen verdaderamente sin un rol claro en este mundo. Bastante la sociedad actual carga con los empresarios, que ningún rol serio juegan hoy en la producción (como bien nos demostró el Beto Márcico, en el primer post sobre economía de este blog), como para encima tener que bancar a las diferentes coronas. 45 millones de dólares, nos salió el baile de disfraces en el que se casó el príncipe hace unos días.

Resulta, y para empezar a explicar un poco la cuestión, que las revoluciones burguesas, envalentonaban a los sectores laboriosos de esta sociedad. Y al transcurso de algunos años, los campesinos y los trabajadores estaban ya mas organizados, empezando a ver con sospecha a los nuevos sectores dominantes. Tal es así, que la tan radical burguesía, empezó a buscar algunos acuerdillos con sectores de la nobleza, familias poseedoras de tierras y herederos de nombre y renombre de los que antes ocupaban los tronos.

Dieron concesiones, temerosos de perder el poder ante la nueva y superadora clase, reestableciendo incluso algunas monarquías. Así es, que en plena sociedad de clases, se mantenga a la realeza y su linaje sanguíneo, verdadera herencia de la sociedad de castas. Reyes sin sentido, aunque seguro juegan algún que otro rol ideológico en acentuar rasgos nacionalistas o ser un fusible quizás ante alguna futura crisis de poder. Supongo todo esto; no lo se realmente, y tampoco quiero hacer acá una tesis histórica, que ofenda a los que enseñan y estudian en Puán. Pero si, creo que el azar, es una palabra vacía de sentido, y que nada puede existir sin causa, tomando un pensamiento de Voltaire. Los futuros revolucionarios, deberemos terminar no solo con los que hoy nos oprimen, sino de yapa sepultar de una buena vez, los resabios del pasado más absurdo. ¡A la Bastilla!

F. N.

3 comentarios:

  1. Estoy convencido que deberiamos haber despedido al compañero Osama volando el palacio de buckingham con un baño de sangre azul fantastico y poner en el almanaque el "santo dia del regicidio"

    ResponderEliminar
  2. esta demas decir "con las tripas del rey ahorcarfemos al ultimo papa".

    ResponderEliminar